De muestra un par de poemas el resto descrubranlo
confesión
esperando a la muerte como a un gato que saltará sobre la cama
estoy muy afligido por mi esposa
ella verá este tieso blanco cuerpo lo sacudirá una vez, quizás de nuevo
“Hank!”
Hank no responderá
no es mi muerte lo que me preocupa, es mi esposa abandonada con este montón de nada.
quiero hacerle saber sin embargo que todas las noches durmiendo a su lado
incluso los más triviales argumentos fueron cosas siempre espléndidas
y las difíciles palabras que siempre temí decir pueden ser dichas ahora:
Te amo.
La tragedia de las hojas
Me desperté en medio de la sequedad y los helechosestaban muertos,las plantas amarillas como maíz en sus tiestos;mi mujer se había marchadoy las botellas vacías como cadáveres desangradosme rodean con su inutilidad;sin embargo seguía brillando el sol,y la nota de mi casera estaba arrugada en unaamarillez agradable e inofensiva, ahora lo que eranecesarioera un buen comediante, al viejo estilo, un bufónque bromee sobre el dolor absurdo; el dolores absurdo,porque existe, nada más;Me afeité cuidadosamente con una maquinita viejael hombre que había sido joven una vez yhabía dicho que era un genio; peroesa es la tragedia de las hojas,de los helechos muertos, de las plantas muertas;y me dirigí al oscuro vestíbulodonde estaba la caseraterminante y cargada de maldiciones,mandándome al infierno,agitando sus brazos gruesos y sudorososy gritando, pidiendo a gritos el alquilerporque el mundo nos había falladoa los dos.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario